¿Qué son los pellets de madera y por qué han revolucionado la calefacción tradicional

Más ecológicos, seguros y eficientes que la leña, los pellets de madera han revolucionado la calefacción y el bienestar en millones de hogares españoles. Calentarse de forma barata y sostenible nunca fue tan fácil.

Los pellets son un tipo de biomasa único en el mundo, gracias a una densidad y un poder calorífico normalizados por unidad. Se caracterizan por su forma cilíndrica y su tamaño reducido, que oscila entre los 2-3 centímetros de largo y los 5-10 milímetros de diámetro. En su composición se dan cita el serrín, las virutas y otros restos de madera ecológica, debidamente tratados y prensados.

Su nombre procede del vocablo latín pilŭla, aunque el término ‘pellet’ se deriva de la misma palabra inglesa, siendo ‘pella’ la palabra sugerida por la RAE, que la define como «masa que se une y aprieta, regularmente en forma redonda». Aunque breve, esta definición de pellets ilustra la singularidad de este biocombustible, que sin embargo se ha convertido en una alternativa natural y eco-friendly a las estufas eléctricas, calefactores de gas y de gasoil o calderas de biomasa.

Según el Departamento de Energía de los EE.UU, los pellets para estufa son el combustible sólido más limpio empleado en sistemas de calefacción. A diferencia de sus alternativas, los pellets se fabrican dentro de la industria maderera. Comunidades autónomas de España como el País Vasco, Castilla y León o Cantabria lideran la producción de este biocombustible, que reconoce en nuestro país uno de sus mercados más próspero, con más de 80 fábricas en 2019 frente a las 29 de 2010, según la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom).

Pellets de madera, la evolución de las tradicionales estufas de biomasa

Tras explicar qué son los pellets de madera, una aproximación histórica ayudará a entender, además, su rápida evolución. Porque el ‘antepasado’ más lejano de la estufa de pellets fue la caldera pres-to-logs, popularizadas a principios de siglo XX. Sin embargo, este sistema de calefacción no encendería el interés de los consumidores hasta la década de 1970-1980, momento en que la primera crisis del petróleo motivó la aparición de los primeros pellets de estufa.

Esta revolucionaria tecnología aterrizó en España hacia 1990 de la mano de EcoForest, primer fabricante de estufas de biomasa sólida del continente europeo. El catálogo de EcoForest integra hoy 30 de las estufas de pellet más demandadas del mercado español. Porque además de superar en eficiencia a las tradicionales estufas de biomasa, las de pellets de madera liberan una menor cantidad de emisiones de CO2, siendo más beneficiosas para el medio ambiente.

De indiscutida sostenibilidad, los pellets de madera se elaboran con materiales orgánicos y renovables, que lejos de contribuir a la deforestación, aprovechan los deshechos derivados de la madera para su producción. Un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EE.UU) demostró, además, que la recolección de virutas, cortezas y otros restos de madera para pellets no perjudica la biodiversidad de los bosques.

Calentarse con estufas de pellets es más sencillo, más seguro. Diversos informes vienen alertando sobre la peligrosidad de utilizar chimeneas y calderas de gas, por el elevado riesgo de accidentes motivados por un mal funcionamiento. Los pellets de madera, sin embargo, brillan precisamente por su facilidad de uso, accesible a cualquier miembro de la familia: se encienden y apagan automáticamente, permiten regular la temperatura por medio de un control remoto e incluso disponen, en la mayoría de modelos, de sistemas de seguridad contra accidentes.

Por otra parte, las estufas de biomasa sólida conquistan adeptos por su mantenimiento rápido. La ceniza generada durante la combustión de pellets asciende sólo al 1% de su peso neto, de manera que la suciedad y humos derivados son menores, lo que agiliza las labores de limpieza y disminuye problemas tan comunes en otros sistemas de calefacción como las manchas de hollín en techos y parqués.